Sor Guadalupe Ruiz Rojas FMA

Soy originaria de Puebla y crecí en un ambiente familiar y parroquial muy activo y sano. A los 18 años después de un proceso de discernimiento guiado por las Hijas de María Auxiliadora, ingresé al aspirantado de la Ciudad de México; en realidad nunca había pensado ser misionera pero algo que me inquieto mucho y se convirtió en un desafío fue que durante mi formación continuamente nos repetían que para ser misionera necesitábamos tres "S" Santa, Sabia y Sana aunque no me sentía tan SSS empecé a pensar que podía existir una posibilidad para mí.

Fue así que le pedí al Señor que me concediera el don de la vocación misionera. En 1995 hice mi primera profesión religiosa y en el 2002 mis votos perpetuos formalmente presente mi petición en el 2004 y fui envía da Italia al curso para misioneros. En 2011 la Madre General Yvonne Reungoat, nos dio la obediencia y me dijo que mi destino era Papúa nueva Guinea en realidad no sabía nada sobre ese país por lo que inmediatamente me puse investigar sobre su comida, su cultura, sus tradiciones, su comida, etcétera; cuando termine el curso fui a la casa provincial de las Hijas de María Auxiliadora en Manila, capital de Filipinas, primero a estudiar la lengua y segunda procesar mi visa para entrar a Papúa Nueva Guinea y tercero porque las hermanas de esa provincia fueron las pioneras en aquel país.
"Para ser misionera necesitábamos tres "S" Santa, Sabia y Sana.."
En 2013 llegué a la capital de Papúa donde las hermanas trabajan en coordinación con los salesianos, en 2015 me cambiaron como ecónoma a una isla que se llama Sideia al siguiente año me pidieron que fuera la animadora de esa comunidad. Allí las FMA tenemos una escuela técnica vocacional con 300 alumnas internas que estudian los talleres de computación, cocina, costura y turismo en esa escuela apoyo de diferentes maneras incluyendo la formación humana y espiritual de nuestros profesores, doy seguimiento a las jóvenes que están en discernimiento vocacional y soy la encargada del internado de las niñas de primaria que son alrededor de 70.

Personalmente los retos son la cultura, sus creencias y tradiciones, un sistema educativo que no permite estudiar a todos y la carencia de servicios públicos especialmente electricidad y agua. El carisma salesiano en este ambiente es muy pertinente porque el país necesita jóvenes con educación y valores que enfrenten el desarrollo la modernidad y la globalización.

Le agradezco a Dios y a mi familia por permitirme hacer esta experiencia tan fuerte y positiva en esta etapa de mi vida religiosa, agradezco infinitamente el apoyo incondicional de las hermanas de la provincia Nuestra Señora de Guadalupe especialmente a mí formadores compañeras y aquellas hermanas con las que vivía en distintas comunidades. Gracias también a las hermanas de la Provincia Filipina que me abrieron fraternalmente sus brazos. Soy muy feliz en mi misión, gozo el don de cada una de mis hermanas en la comunidad y me gusta el trabajo que realizó entre niñas y niños.
!Oren por nosotros!


Actualmente se encuentra en Filipinas, Alotau Sideia Isla; en la Provincia Santa María Dominga Mazzarello.


 Fuente: Boletín Salesiano. Mayo 2018, año LXX No. 5. Pg.24  Guadalajara, Jal. México.

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