SOR BRÍGIDA PRANDI
TERCERA (1907-1913)
ANIMADORA PROVINCIAL.
MME
Nació en
Bellinzano, Novara el 26 de octubre de 1856.
Profesó el 15 de
agosto de 1879
Realizó la
profesión perpetua el 10 de agosto de 1880
Murió en Turín
el 16 de noviembre de 1930.
Llegó
a Mornés el año de 1978, su familia era de condiciones económicas estables y
ella contaba con el permiso de maestra, pues se desempeñaba como tal en el
Piamonte. A su llegada fue recibida por las maternales atenciones de Madre
Mazzarello, aunque se encontraba ocupado por el traslado a la casa de Niza
Monferrato.
Sor
Brígida vivió en Mornés un tiempo breve… Pero suficiente para asimilar y portar
en su larga vida aquel estilo que distinguió a la comunidad de los orígenes:
“El espíritu de Mornés” y que transmitirá de generación en generación de hijas
de María Auxiliadora y formandas.
Sor
Brígida repetía siempre: “Es una bendición ser Hija de María Auxiliadora”,
tenía un profundo sentido de pertenecía al Instituto, será una mujer fuerte y
vivaz para trasmitir y fundamentar el carisma en América.
Se
distinguió por ser como lo pensaba Don Bosco, sencilla, con un profundo
espíritu de pobreza y sentida mortificación. S ingreso al noviciado fue rápido,
pues siendo novicia fue trasladada a Quieri, para dar inició al oratorio
festivo, la escuela y un pequeño internado. Su noviciado duró solamente un año,
pues realizó su profesión el 15 de agosto de 1879. Don Bosco la exhortó a
arraigarse en la vida de oración, en el trabajo, la humildad, el sacrificio por
Dios y las almas a imitación de la Madre del Cielo y así participar en su
gloria divina; estas fueron sus
líneas directivas que marcaran
toda su vida religiosa salesiana.
Sor
Brígida manifestaba una honda pasión por las niñas y las jóvenes, del corazón
le emanaba la bondad, la sencillez y la
alegría interna. Tenía un “ojo” atento,
siempre vigilante, pues realizaba todo con serenidad y atención.
Realizó la
profesión perpetua el 10 de agosto de 1880 en las manos de M. Mazzarello, quien
la motivo durante los ejercicios espirituales a fortalecer la vida espiritual
en el cotidiano de la vida.
Sor
Brígida aprendió a ver la voluntad de Dios en las superioras y cuando hablaban
de ir a las misiones advertía en su corazón un estímulo insistente, del cual no
podía liberarse.
En 1881, se va a
Sicilia, donde trabajó en el orfanatorio de Catania.
En 1883, se fundo
una casa en Cesaró en las faldas del Edna y sor Brígida, fue enviada como
Directora, tenía 27 años de edad y 4
años de profesa. S. Brígida era una mujer libre y fiel e interpretaba muy bien
a Don Bosco cuando decía: “Un pedazo de paraíso lo arregla todo”. En 1892, fue enviada a Perugia como Directora
de la Obra Educativa.
1897-1907
Fue enviada de misionera a Colombia,
estuvo al frente del grupo misionero; sor Brígida no se encontraba en
condiciones físicas para misionar, pero abandonada a la voluntad de Dios abrazó
con confianza esta obediencia.
1907-1913
Madre
Brígida, estuvo once años en Colombia. El Consejo General, le comunicó la
decisión de reenviarla en calidad de visitadora a México. Ella se hizo una
pregunta? El tumor que tenía estaba totalmente extirpado? Tendría la salud
suficiente para afrontar el trabajo en la nueva nación? Sor Brígida se
caracterizó por amar la voluntad de Dios y esta no fue la excepción, acepto con
gozo la obediencia y dejo todo en manos del buen Dios. Llegó a México el 11 de
noviembre de 1907. Acompañó en la Provincia el florecer de vocaciones y el
crecimiento de las obras salesianas en el país. A pesar de la situación
política que se vivía la obra salesiana femenina en México era buena. Al llegar
encontró 7 casas, 35 profesas perpetuas, 41 temporales, 16 novicias y 7
postulantes.
Delicada
de salud Sor Brígida sufre una lesión cerebral, pero se recupera rápidamente y
recibe a Mons. Giacomo Costamagna, que se encontraba de visita en el Norte.
También logró resistir el terremoto que sufrió la ciudad de México. Madre Brígida presenció la expansión de la
obra salesiana y a la vez soportó con paciencia sus propias enfermedades.
1913-1922
Una
nueva obediencia es llevada a los Estados Unidos, para erigir canónicamente la
Provincia en ese país, expandiendo el carisma de Don Bosco y Madre Mazzarello.
De
1923 a 1927 Regresa a Italia y es nombrada
Maestra de Postulantes formándolas en un profundo sentido de partencia
al Instituto, a confiar en la Providencia, a amar a Jesús Eucaristía y a
abandonarse en el Señor.
La
gloriosa misionera es llevada a Turín el 7 de septiembre de 1927 y vive una de
las más maravillosas experiencias la beatificación de Don Bosco en 1929.
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