1901. Colegio "Anahuac". MME


1901
Colegio "Anáhuac" – Centro
Morelia, Michoacán. MME


La fundación de la casa de Morelia, surgió por deseo del señor canónigo don Julián Vélez, quien solicito a los superiores la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en esa tierra Michoacana, para que asumieran la dirección de un antiguo y frecuentadísimo colegio puesto bajo la protección de san Vicente de Paul , de las hermanas de la caridad, que fueron las primeras dirigentes.  A ella sucedieron  piadosos seglares.
El 9 de enor de 1901 llearon a Morelia cuatro FMA: Sor Teresa Gedda, en calidad de directora, Sor Francisca Lang, Sor Catalina Mainardi y Sor Teresa  Ferraris, para hacerse cargo del colegio.
En 1902, abrieron una casa pedida por S.E. Atenogenes silva para ayudar a huérfanas y niños de 3 a 6 años.
Abrieron una casa de costura para el pueblo. En el colegio,  las alumnas externas eran numerosas, pero se consideró necesario  recibir  internas de los lugares circunvecinos. Pudieron las hermanas comprar un vasto terreno situado en la plazuela de San Juan, con el objetivo de construir, un amplio y solido edificio.
El internado fue trasladado luego a la nueva, construcción; pero el externado continuo en san Vicente bajo la dirección de las hermanas, hasta 1907, año en que fue trasladado el nuevo establecimiento.
La escuela normal iniciada en 1906 puesta al nivel de las escuelas del gobierno, preparo a generaciones de jóvenes que obtuvieron su diploma y se esparcieron a difundir doquiera la semilla de la buena educación recibida.
En 1915, las circunstancias del país, obligaron a las hermanas a abandonar  la casa fundada en 1902 y la escuela popular de costura, anexada a esta obra (casa taller de Nazaret). Pero las religiosas no quieren deshacerse de este apostolado y trasladaron el jardín de infancia  y la escuela de costura, a los amplios salones del nuevo colegio que desde su inauguración tomo el nombre de colegio italiano.
El círculo de exalumnas fundado en 1916, aumentaba cada año, tanto  que 1919 llegó a tener 132 asociadas. Los años más difíciles en esta obra fueron de 1924 a 1935.
En 1936, las hermanas modificaron sus actividades y con heroicas exalumnas al frente, el colegio abrió sus puertas como academia Comercial.
En 1940, el colegio pasó a la calle de Zaragoza #126 e intentó su  obra social con nuevas actividades: alfabetización corte, bordado y cocina; esto no sólo en la ciudad, si no en los poblados vecinos.
En 1945, nuevo traslado a lo que es el hotel de la soledad. En 1946, la conocida y recordada Sor María Luisa Menchaca, da nuevo impulso a la labor educativa. En 1947, surge el colegio en su nuevo domicilio, de Isidro Duarte #80 con el nombre de Colegio Anáhuac.
Entre los apostolados que atienden las hermanas están: los centros catequísticos del realito sostenido por los Cooperadores salesianos y asesorado por una hermana. Funciona también un centro de promoción social.
La estancia y los pirules, atendido por las hermanas, con la ayuda de las jóvenes pre-aspirantes.
El “punhuato” desde hace tres años se atiende esta zona que representa una considerable prolongación de la ciudad, muy asediada por sectas protestantes. A este centro concurren hermanas, pre- aspirante y jóvenes con inquietud apostólica.
Los viernes y los sábados por la tarde, se tiene en el colegio la actividad del centro cultural San Juan Bosco, que habilita a Jóvenes, como secretarias. Esta obra es sostenida y asociada por los cooperadores salesianos, del centro Anáhuac, con la colaboración de las hermanas.

 La unión de exalumnas de la institución cuenta con 256 inscritas.  El  centro de cooperadores salesianos Anáhuac está formado por 56 miembros con promesa.

SDB y FMA NORTE Y SUR; Don Bosco 100 años en México, 1892-1992. México 1994. Pp. 128


“Con Don Bosco para la juventud”
Colegio “Anáhuac”
Morelia, Michoacán. (1901)

-Escuela primaria semigratuita
-Primaria
-Secundaria
-Bachillerato tecnológico
-Licenciatura en educación primaria
-Centro de catequesis
-Cooperadores
-Centro juvenil “Don Bosco”
-Exalumnas

El 9 de enero de 1901 llega a Morelia un grupo de 4 hermanas italianas, al frente estaba Sor Teresa Gedda, se hacen cargo del pequeño colegio San Vicente, fundado por el señor Canónigo Julián Vélez; la obra social que pronto surgió se llamó “La Casa Amiga Del Obrero” y más tarde “El Obrador”. Siendo insuficiente el colegio se adquiere el antiguo cementerio de la ciudad y se construye el colegio “Italiano” que desde 1906 contaba con las secciones de preescolar, primaria y normal.
En 1935 el gobierno exige el local para albergar a los niños refugiados españoles, y empezó el éxodo de nuestras hermanas y alumnas, en 1945 se instala el colegio en el hotel de la “Soledad” por algún tiempo.
En el año de 1947 se ve surgir el actual colegio Anáhuac.
Dar a las jóvenes una formación integral es la meta del colegio y los van logrando.
A través de los grupos de compromiso Mariano se complementa la formación integral.
Las exalumnas de Morelia se han distinguido siempre por su adhesión al colegio especialmente en los años difíciles de la persecución religiosa.
Las hermanas además atienden 3 centros de catequesis.
Floreciente es el grupo de cooperadores que juntamente con las hermanas y algunos catequistas atienden la catequesis, en el “Rialito” también en la periferia de la ciudad.
Los fines de semana funciona la obra de promisión social del centro cultura “Don Bosco” frecuentado por 180 jóvenes del sector popular que atendida por dos hermanas, cinco maestras y doce cooperados.
La comunidad del colegio presta a la Iglesia otros servicios como: catequesis en la parroquia, la escuela de catequistas y el trabajo de secretaria en la CIRM Local.

TEJEDA, Ana María y novicias; Las FMA en camino desde hace 100 años. Coacalco, Edo. de México 1994. Pp. 80



Misión actual de la casa: Primaria elemental, Licenciatura en Educación Preescolar y Licenciatura en Educación Primaria, Unión de Exalumnas, Centro de Salesianos Cooperadores, Vides y Asociación de padres de familia, Grupos de oración.

Las FMA llegaron a Morelia el 9 de enero de 1901, desde entonces nos hemos dedicado a la educación de las niñas, adolescentes y jóvenes (actualmente la escuela primaria elemental es mixta). El estilo y el carisma que las hermanas trajeron a estas tierras fue fecundo desde sus inicios ya que al año de haber llegado entraron en el instituto cuatro jóvenes como aspirantes.

De esta comunidad, a lo largo de los años, se han desprendido las otras cuatro comunidades que trabajan actualmente en esta ciudad: Jardín de Niños, Noviciado (inició como casa de acogida para jóvenes vocacionables), el Hogar Nuestra Señora de la Esperanza para niñas en riesgo, y la escuela secundaria y preparatoria.

¿Qué fuerza ha guiado y sostenido a nuestras hermanas?
- Nuestras hermanas vivieron una intensa vida de oración, un grande amor a Jesús Eucaristía y a la Santísima Virgen.
- La fuerza del carisma profundamente arraigado en ellas, que dio a la formación que impartían, un nuevo estilo de educación basado en la piedad, el estudio y la alegría. La gente, desde el inicio las apreció mucho por su donación incondicional y su afabilidad.
- Una entrega incondicional a la educación sobre todo en la formación de futuras educadoras y en la preparación a jóvenes obreras.
- La valentía y el heroísmo con el que afrontaron todas las vicisitudes de esos años (revolución, persecución, expropiación del colegio, aplicación de leyes contrarias a una educación católica, entre otras).
- Su amor y colaboración con la Iglesia local.

¿Qué palabras, qué sugerencias nos ofrecen en este nuestro hoy tan diferente de su tiempo?

- Creemos que es muy importante vivir la pasión apostólica desde nuestra realidad personal  (las hermanas jóvenes son pocas y aumenta el número de hermanas mayores, aunque todas estamos involucradas en las obras de la comunidad),
- Mayor disponibilidad al sacrificio, humildad y prudencia que implica el apostolado que realizamos.
- Tener muy presente lo que en cierta ocasión expresaron las hermanas en la crónica de 1905 “E’ proprio vero che non bisogna dimenticarsi che lavoriamo pel Signore”
- Continuar cultivando el espíritu de oración, la entrega y generosidad y el amor a la Iglesia que ha caracterizado a esta comunidad:

Con esta sencilla aportación queremos unir nuestro pequeño gracias al grande gracias del entero Instituto. Cristo Resucitado y la Virgen Auxiliadora bendigan a la Madre y a todo nuestro Instituto.

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